- Cristal Shott, fabricado por Zeiss
- Las dominantes en estos filtros son minimas
- Construcción robusta.
Los filtros grises son un medio de ayuda útil para la reducción de la cantidad de
luz. Permiten mayores aberturas de diafragma bajo iluminación intensa, y por
tanto un enfoque selectivo, con menos profundidad de campo. O se ahorra el
cambio de película, si lleva cargada una película de alta sensibilidad. Igualmente
son posibles exposiciones largas bajo luz solar para efectos de movimiento.
En fotografía digital, se evita la sobreexposición y con ello se obtiene una reproducción
natural de color. Los filtros grises se fabrican con vidrio óptico Schott
de tono neutro y por ello se pueden utilizar para fotografía en color. Están disponibles
en tres grados de densidad, mientras que puede disponerse, bajo encargo,
de densidades mayores para aplicaciones técnicas y científicas.
En casi todas las cámaras digitales compactas el sensor es mucho más
pequeño que el de las cámaras de 35 mm (full frame). Ello supone que aún
con diafragmas bastante abiertos la profundidad de campo es mucho mayor.
Esto puede ser molesto, si p.e. un retrato debe ser separado del fondo y la luminosidad
disponible obliga a reducir la abertura del diafragma.
Una reducción de la cantidad de luz entrante permite la opción del mejor diafragma.
También es el caso, a efectos de reducir la profundidad de campo, de
aquellas compactas, con las cuales sólo está a su disposición un modo completamente
automático. Las compactas disponen a menudo de menos pasos de
diafragma que las cámaras analógicas (p.e. f/2,8-f/5,6 o f/2,8-8). Un filtro de
densidad neutra facilita aquí un mayor rango de combinaciones de exposición.